Diciembre empieza y con él viene el frío que nos acompaña hasta febrero. "Ahí viene Pacheco", "llegó Pacheco" dicen los caraqueños. Así, hacen referencia al frío intenso que cubre la ciudad y obliga a arroparse por las noches y a ponerse un abrigo por las mañanas.
Pacheco era un hombre amable, trabajador, tranquilo que vivía en el pueblo de Galipán, en el Ávila al norte de Caracas, donde se cultivaban hermosas flores, fragantes plantas y las legumbres más frescas de la región. Todos los días y año tras año, Pacheco, salía de su casa aún de madrugada, descendía de la montaña en compañía de su mula, hasta llegar al mercado de Caracas que estaba ubicado en la plaza San Jacinto, para vender sus cultivos. En Caracas, la de "los techos rojos" los habitantes alegres y dicharacheros, conocían a este mítico personaje desde que tenían memoria.
Pacheco era un hombre amable, trabajador, tranquilo que vivía en el pueblo de Galipán, en el Ávila al norte de Caracas, donde se cultivaban hermosas flores, fragantes plantas y las legumbres más frescas de la región. Todos los días y año tras año, Pacheco, salía de su casa aún de madrugada, descendía de la montaña en compañía de su mula, hasta llegar al mercado de Caracas que estaba ubicado en la plaza San Jacinto, para vender sus cultivos. En Caracas, la de "los techos rojos" los habitantes alegres y dicharacheros, conocían a este mítico personaje desde que tenían memoria.
Foto fbastiniani Flickr
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2 comentarios:
creo que ese Pacheco se mudo a Munich...
Amiiiiigaaaaaaaaaaa...que sorpresa!!! Jejjeje si pero ya es tiempo que pacheco se vaya de vacaciones!!!!!
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